lunes, 3 de febrero de 2014

La actitud del alumno

Permitidme que comparta con vosotros un buen día en el quehacer docente de un profesor universitario.

Al comenzar el cuatrimestre, se me presenta una alumna preguntándome si es posible asistir a dos grupos y repetir clases para estudiar mejor la asignatura. El motivo que alegaba es que "las matemáticas se me dan muy mal". Le aconsejé que en vez de emplear el tiempo en repetir clases que lo dedicara a razonar, estudiar y practicar la asignatura. Como todos aquellos alumnos que no tienen base de matemáticas, pero son trabajadores, su idea era aprendérselas de memoria.



Finalmente la convencí a duras penas. Pero hete aquí mi sorpresa cuando dicha alumna junto a un compañero suyo, empiezan a seguir las clases, razonando, trabajando y participando. El resultado, como no podía ser de otra manera (tened en cuenta que yo no explico física cuántica): se convierten en dos de los alumnos que amenizan la clase y tiran del resto.

Al final del curso, mis alumnos pueden aprobar por curso si aprueban la evaluación continua. Cuando reviso todas las calificaciones, me vuelvo a llevar una sorpresa, ninguno de los dos aprueba, se quedan al límite, pero numéricamente no llegan al 5. Como acordamos al inicio del curso, tuve en cuanta sus intervenciones, participación y todo el trabajo realizado a lo largo del curso y decidí aprobarles con un 5 raspado.

Pero como doy la oportunidad de subir nota si el alumno considera que puede mejorar la calificación del curso, ambos deciden presentarse. No sólo eso, vienen a tutorías a seguir mejorando, preguntan dudas, es decir, se lo toman en serio. Como uno llevo años en esto, sólo con la forma de preguntarme las dudas, detecté que ahora sí obtendrían una buena nota. Preguntaban conceptos, razonamientos.

Hoy han realizado un examen perfecto, ambos han sacado Matrícula de Honor y lo mejor de todo, se lo han merecido tanto por sus conocimientos, como por su actitud. Actitud, que es de lo que más echamos en falta y cuando la encontramos, hasta nos entran las ganas de hacer una entrada en el blog.

Enhorabuena a ambos.

PD Tengo mi teoría sobre lo que ha pasado. Durante el curso, los dos alumnos, viéndose en la vanguardia de la clase, se relajaron tanto en el trabajo, como, para mí lo más importante, en la forma de estudiar la asignatura (comprendiéndola y razonándola). Tras el aprobado raspado, deciden ir a por todas razonando… el resultado magnífico.

Me gustaría contar con ellos para que el año que viene transmitan a mis alumnos lo que yo todos los años intento y no consigo.


3 comentarios:

  1. No tengo palabras para describir lo que siento.
    Como dice el dicho: ``Todo esfuerzo tiene su recompensa´´. Después de todo un semestre de dedicación y tiempo máximo por mi parte a las matemáticas financieras, y que los resultados de los exámenes parciales no fueran los esperados, a pesar de estar aprobada por mi actitud y no por la aptitud, no estaba conforme. Hoy me he presentado a subir nota y por fin me salió el examen como realmente merecía. Cuando uno se esfuerza tanto con una asignatura hay que ser ambicioso y poco conformista. Para mi es un logro tener matrícula de honor en matemáticas financieras, porque ya era un logro aprobarla, pero como ya he comentado, cuando te curras tanto una asignatura, tarde o temprano te saldrán las cosas como esperas. Quiero darle la enhorabuena a mi gran compañero y amigo Juan Antonio Domínguez por su también merecida matrícula.

    Agradecer a Jose Manuel Cabello González su reconocimiento, valoración, dedicación y vocación, que han sido un gran detonante para que yo, además de aprobar matemáticas financieras, haya podido razonarlas y comprenderlas como nunca antes hubiera imaginado.

    PD. Los obstáculos son esas pequeñas cosas que las personas ven cuando dejan de mirar sus grandes metas.

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  2. Enhorabuena, Amanda y Juan Antonio, y a José Manuel. Alumnos y profesores así demuestran muchas cosas y quitan muchas tonterías de enmedio.

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  3. Resulta tan motivador como poco frecuente recibir noticias positivas sobre educación en nuestros días. Tanto como para ilusionar.
    Que se repitan!!

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