Todos
sabemos que estamos en una situación económica muy delicada. Que no podemos
permitirnos el nivel de gastos que manteníamos durante la burbuja inmobiliaria.
Y que los recortes que se están produciendo están afectando, lamentablemente, a
pilares básicos del Estado del Bienestar, como son la educación y la sanidad,
sin que, por cierto, se apliquen los mismos recortes al coste del “Bienestar
del Estado”, es decir, el desmesurado gasto político que origina el
conglomerado de cuatro administraciones, más alguna paralela más.